Las vacunas han surgido y se plantean como una solución a la pandemia generada por el COVID-19, sin embargo, es clave preguntarnos si se han contemplado los Principios de la Economía Circular en su Cadena de Valor: producción, comercialización, distribución, uso y gestión de sus residuos; o si por el contrario no ha sido así, de tal forma que nos permita identificar aquellos principios y buenas prácticas que se pueden aplicar durante su proceso de distribución/uso y por lo tanto del manejo de los residuos que se generen.
Para dimensionar el problema que representan los residuos que se van a
generar a parir del uso de las vacunas, basta con conocer los volúmenes de
compra que se están realizando desde cada país y las metas propuestas de
vacunación.
Importante destacar que para el caso de algunas marcas de vacunas se
requieren de dos dosis para cumplir con el esquema de vacunación; situación que
generará una mayor cantidad de residuos.
Si proyectamos este impacto a nivel mundial teniendo en cuenta la prioridad
humanitaria de aplicarse la vacuna, estaremos hablando de un volumen
significativo de residuos, que no se deben dejar pasar por alto; ya que en su
defecto un porcentaje de estos residuos podrá terminar mezclándose con otros
residuos y/o en una mala disposición.
Acorde a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima necesario
inmunizar entre el 60 y 70% de la población para alcanzar la inmunidad de
rebaño, es decir, una inmunidad colectiva mínima pero necesaria para frenar la
enfermedad. Con estas cifras, en países como México habría que vacunar a 88
millones de personas, en Colombia a 35 millones y en Perú a 22 millones, por
ejemplo.[1]
Desde ese punto de vista en el presente artículo identificaremos algunas Buenas
Prácticas desde dos enfoques: A. Un Enfoque Proactivo que busca implementar los
principios de la Economía Circular desde sus inicios y B. Enfoque Reactivo que
busca remediar y reducir el impacto que se pueda llegar a generar a partir del
uso y manejo de los residuos.
Con este artículo buscamos identificar, difundir y dar a conocer algunas
alternativas que se puedan implementar desde la perspectiva de los dos enfoques
(A. Proactivo y B. Reactivo), con la finalidad de aportar Soluciones y de Promover
la implementación de la Economía Circular desde diferentes momentos, buscando
que la Economía Circular sea una referencia para profesionales de diversas
áreas y por lo tanto puedan ser implementadas en el corto plazo frente a la
Gestión de los Residuos generados por las vacunas; así como su implementación
en las empresas en sus futuros diseños de productos, procesos, servicios, o
Modelos de Negocio; con lo cual este artículo habrá cumplido su misión.
El presente artículo No busca desconocer los esfuerzos ya realizados, ni
desautorizar los protocolos y las medidas que se han implementado frente al
manejo y tratamiento de los residuos peligrosos, los cuales deben ser evaluados
acorde a los procedimientos, normas y manejo de riesgos desde cada autoridad
competente.
Teniendo en cuenta lo anterior daremos respuesta a nuestra pregunta
retadora: ¿Cómo reducir los impactos ambientales generados por las Vacunas? Planteando las
siguientes acciones puntuales:
A. Enfoque Proactivo - Circularidad desde el Diseño
En este enfoque
identificaremos algunos aspectos que pudieron haberse implementado desde el
diseño de la producción de las vacunas, y sus procesos de comercialización y
distribución, buscando eliminar la fuente generadora de contaminación desde la raíz
y aprovechar al máximo los materiales empleados; a partir del Modelo de
Economía Circular.
1. Emplear empaques de materiales puros y diseñados
para ser fácilmente Reciclados: Los empaques empleados No deben ser fabricados con mezclas de diferentes
materiales, laminados o diferentes tipos de plásticos que dificulten su
reciclaje y disminuyan su pureza y por lo tanto su valor como producto
reciclable; Tener en cuenta que el empaque es un elemento que de acuerdo a las características
del material que se utilice, puede ser o no, reciclado y aprovechado.
2. Realizar un uso eficiente de los empaques: Se observa el uso excesivo e innecesario
de empaques plásticos, con funciones tales como contener, cubrir, proteger, destinados
a un solo uso, con impresiones de varios colores que generan una contaminación
adicional innecesaria.
3. Plantear un Modelo sostenible para la recolección
y reutilización de equipos de almacenamiento: al tratarse de la distribución es posible
plantear un modelo en el que se empleen dispositivos reutilizables para el
almacenamiento y transporte de medicamentos, de tal forma que no constituyan un
elemento desechable o de un solo uso.
4. Reducir el consumo de energía requerida para su
almacenamiento y conservación: La necesidad de mantener las vacunas a una menor temperatura se traduce en
un mayor requerimiento y uso de energía para mantener la correcta refrigeración
y cadena de frío para lograr la conservación de los principios activos de la
vacuna y no poner en riesgo su efectividad; adicionalmente, se suma que para
algunas marcas, se hace necesario emplear dos dosis para cumplir con la
efectividad esperada, situación que implica un mayor uso de energía, recursos y
por lo tanto generación de residuos e impacto ambiental.
Sin lugar a dudas los anteriores cuatro puntos representan desafíos
técnicos, logísticos y científicos que deben ser planteados y abordados por las
empresas farmacéuticas para futuros lanzamiento de productos más sostenibles y los
cuales operen bajo un Modelo de funcionamiento más amigable con el medio
ambiente rompiendo el paradigma de usar y tirar.
B. Enfoque Reactivo – Gestión de Residuos, Recuperación de Materiales y Optimización del Proceso
En este enfoque plantearemos Buenas Prácticas que
se pueden implementar con la finalidad de reducir el impacto ya generado por el
uso de los materiales en la producción de las vacunas, y sus procesos de
comercialización y distribución, teniendo en cuenta que ya han sido producidos
desde el Modelo de la Economía Lineal (Fabricar, Usar y Desechar).
Si bien el escenario ideal es incorporar los Principios de la Circularidad
desde el diseño de cualquier producto, proceso, servicio, o Modelo de Negocio; contemplando
y eliminando los posibles impactos que se puedan llegar a generar durante su
ciclo de vida; se plantea el reto de minimizar al máximo el daño que se pueda
causar a partir de un mal manejo.
1. Realizar una correcta Separación en la Fuente: Implica separar los residuos de manera ordenada
e independiente para cada tipo de material, evitando que se mezclen entre sí y
que se contaminen con los Residuos Peligrosos, dado que al mezclarse se consideran
un Residuo Peligroso, aumentando el volumen que debe ser incinerado, aumentando
la generación de gases de efecto invernadero y el uso de energía.
Se debe contemplar una clasificación rigurosa y ordenada, diferenciando y
separando los Residuos Ordinarios: (papel/cartón, plástico, vidrio) y Residuos
Peligrosos: (tapabocas, algodón, guantes, agujas y demás residuos que hayan
tenido contacto con los fluidos del paciente).
Se destaca la importancia de realizar correctamente esta separación desde
la fuente, ya que de ello dependerá que los materiales recolectados, no se
contaminen y puedan ser reciclados. Este
proceso, aunque parece sencillo, requiere de la capacitación y colaboración del
personal médico y asistencial encargado para depositar correctamente los
residuos que se generen durante el proceso: desde cuando se abren los empaques
de los diferentes insumos médicos, hasta cuando se depositan las agujas en el
guardián o depósito de cortopunzantes.
2. Emplear Jeringas de Vidrio: Durante la postura de las vacunas se emplearán millones de jeringas. Lamentablemente las más económicas y las más comunes en el mercado suelen ser las de plástico; sin embargo, hasta hace algunos años era común emplear jeringas de vidrio las cuales fueron reemplazadas por las de plástico.
A pesar de ser un elemento de un solo uso, se recomienda que sean de
vidrio, ya que al ser correctamente separadas y recolectadas; es posible
brindar un tratamiento para garantizar su limpieza y proceder a su reciclaje y por
lo tanto su aprovechamiento.
3. Realizar la recolección y tratamiento de los residuos de manera local: Busca que se les brinde el respectivo tratamiento a los residuos que han sido recolectados empleando a los operadores certificados de cada ciudad evitando los traslados de los residuos entre puntos de acopio y plantas de tratamiento.
4. Aprovechamiento Local de los Residuos: De igual manera se busca que los residuos que han sido reciclados puedan volver como material aprovechable e insumo para los procesos productivos en las empresas de la misma ciudad, evitando nuevamente trasladar de manera innecesaria el volumen de material aprovechable o listo para transformar.
Estos dos puntos (3 y 4) implica que previamente se identifiquen y se disponga de la infraestructura y la red empresarial requerida para el aprovechamiento local de los volúmenes a obtenerse de los residuos para su respectivo tratamiento y posterior aprovechamiento y transformación.
5. Eliminar la documentación y certificado en papel, emplear Herramientas Digitales para los Soportes e incluir en Historias Clínicas: Emitir el Certificado de Vacunación de manera Digital, el cual se podrá enviar al correo electrónico de cada paciente y adicionalmente se podrá incluir en su Historia Clínica, de tal forma que así se evitará el uso de toneladas de papel y a su vez hacer más eficiente el proceso, facilitando la trazabilidad para los pacientes y las EPS.
6. Identificar y establecer ubicaciones óptimas para
los Puntos de Vacunación: Identificar las zonas y ubicaciones óptimas para definir los puntos de
vacunación acorde a los públicos objetivos, con la finalidad de evitar la
movilización de pacientes entre diferentes zonas en cada ciudad y por lo tanto
evitar la generación de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, es correcto decir que las acciones anteriormente planteadas
pueden considerarse como reactivas ya que desde el enfoque de la Economía
Circular todos estos aspectos ya se habrían reflejado desde el diseño,
materializándolo en el producto, y modelo de funcionamiento, mediante los
materiales empleados en el empaque, dispositivos para la aplicación de la
vacuna, modelo para la recolección y reutilización o en su defecto
reciclaje.
Recordemos que para el Cambio Climático No existe una vacuna, la única
solución es trabajar en conjunto y de manera colaborativa para lograr la
armonía entre nuestras actividades humanas y la naturaleza; por lo tanto,
debemos incentivar actividades Proactivas encaminadas a Reducir los impactos
ambientales, el uso excesivo e insostenible de los recursos naturales y la
generación de gases de efecto invernadero, de tal forma, que ponemos a
disposición los principios de la Economía Circular, los cuales nos plantean
soluciones proactivas que se conciben desde el diseño de los productos y
modelos de Negocio. No esperemos a plantear soluciones reactivas en las que el
residuo y el impacto ambiental ya esté generado; limitándonos a solucionar un
problema que se ha podido evitar desde sus inicios.
Invitamos a los lectores a compartir este artículo y a complementar con
otras Buenas Prácticas Circulares y/o Sostenibles que consideren pertinentes
frente al manejo de los residuos generados por el uso de las vacunas.
Elaborado por:
Luis Felipe Ordóñez – CEC CENTRO PARA LA ECONOMÍA CIRCULAR